Eutanasia para el fútbol peruano
Recuerdo que a la edad de 7 años mi abuelo me terminaría regalando la camiseta de uno de los mejores delanteros que pude saber de esos tiempos. Para él siempre fue uno de sus favoritos. Perico León seria la representación de la remera obtenida en los 90. ¿Cómo lo obtuvo?, nunca se lo pregunte y aunque hasta la fecha la tengo guardada como un gran recuerdo, no puedo dejar de sentirme angustiado por la situación actual de nuestro querido, mediocre y talentoso fútbol peruano.
El deporte ha tenido un giro de 360 grados. Actualmente ya no es suficiente tener el talento y el cerebro para crear jugadas o finiquitar las mismas. En este siglo 21 el físico, la constancia, las ganas de triunfar así la psicología son piezas claves para llegar a triunfar en las ligas más importantes de Sudamérica o viejo continente.
El fútbol peruano aparte de caracterizarse por la capacidad de construcción y juego individual, también ha sido parte de las primeras planas en cuanto a escándalos fuera de las canchas. Hemos podido observar o escuchar de seleccionados, deportistas ya consolidados, posibles estrellas que terminarían estrellándose en la fama y de quienes solo dieron muestras de talento para después ir apagándose como la llama de algo que pudo resplandecer como esperanza del deporte rey incaico.
La Copa Libertadores es el amor platónico de todo futbolista. Pero el hermano menor, la Sudamericana fue obtenida por uno de los equipos donde nació el imperio peruano.
La magnificencia incaica, los incas y el Cusco, recibieron a la que hasta el momento sería el único trofeo obtenido en la historia del balompié nacional. Sin olvidar que la Copa Simón Bolívar de 1976 realizada por la federación Venezolana de fútbol y ganada por el equipo blanquiazul no se encuentra mencionada en la página oficial dado que no fue organizada por la Conmebol o FIFA.
Cienciano del Cusco, descendientes del incas lograron posicionarse hasta el momento en lo más alto en los estándares de la copa y re copa sudamericana.
El día de ayer vimos algo que sabíamos que pasaría sin tener una bola de cristal.
Alianza Lima terminaría empatando un partido el cual inicio ganando con un gran despliegue de jugadores aperturando por las bandas para buscar el centro hacia la cabeza de los delanteros o volantes para la segunda pelota. Pero la des concentración táctica, falta de físico y poco amor por la camiseta terminaron por ser los último de la tabla sin lograr un puesto en el hermano menor.
¿Cómo se puede perder con un equipo en donde su liga no ha iniciado?
La pandemia ha causado estragos en todo el ámbito deportivo, equipos de fútbol, clubes y deportistas se han visto afectados de manera psicológica y física.
Pero perder con un equipo que no ha entrenado de manera óptima y que no tiene partidos oficiales en su liga nacional, da mucho que pensar de cara para renovaciones de muchos que ya tendrían que estar con mas de un pie y medio fuera de la institución.
El amor a la camiseta, el respeto al aficionado, al club, amor propio y circunstancias de su nación fue más importante para los venezolanos que quisieron demostrar que ante cualquier adversidad están para hacerle frente.
Hace unos días, el último campeón del fútbol peruano fue apabullado de manera estrepitosa.
Para que el fútbol peruano cambie y deje de otorgar vergüenzas a nivel internacional, tiene que haber cambios estructurales desde la misma administración de la Federación Peruana de Fútbol y equipos de fútbol. Mientras no se priorice el respeto a una institución, fanáticos y camiseta, seguiremos viendo resultados como el de ayer y alegrándonos por clasificar a un mundial después de haber obtenido tres puntos regalados.