«Vivir el Camino al Cielo: 5 Pasos para Cambiar Tu Destino Eterno»
¿Te has preguntado alguna vez qué sucede después de esta vida?
La Biblia nos habla de dos destinos eternos: el cielo y el infierno. Pero, ¿Qué determina a dónde iremos? Jesús nos muestra un camino hacia el cielo, un lugar de paz y alegría eterna, mientras que el infierno es un destino de separación y tormento. Hoy exploraremos estos dos caminos y cómo nuestras decisiones pueden marcar nuestra eternidad. ¿Estás listo para conocer el camino hacia el cielo?
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LOS DOS DESTINOS ETERNOS:
La Biblia nos presenta claramente dos destinos eternos: el cielo y el infierno. La eternidad del cielo y el infierno se basa en la naturaleza eterna de Dios y su justicia. Estos destinos son el resultado de nuestras decisiones y nuestra relación con Dios durante nuestra vida en la tierra. Las decisiones que tomamos en esta vida tienen consecuencias eternas.
Mateo 25:46: “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Este versículo muestra la dualidad de los destinos eternos: vida eterna para los justos y castigo eterno para los malvados.
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El Cielo
El cielo es descrito como un lugar de gozo eterno, paz y comunión con Dios. Es la morada eterna para aquellos que han puesto su fe en Jesucristo y han vivido de acuerdo a sus enseñanzas.
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El Infierno
Por otro lado, el infierno es descrito como un lugar de tormento y separación eterna de Dios. Es un lugar de fuego eterno, preparado originalmente para el diablo y sus ángeles, pero también para aquellos que rechazan a Dios (Mateo 25:41).
CAMINO AL CIELO
El cielo es el maravilloso destino que Dios ha preparado para sus hijos, que ponen su fe en Jesucristo. Veamos según la Biblia una breve descripción del cielo:
1. El cielo es el la habitación de Dios y su pueblo.
La biblia describe el cielo como el lugar donde Dios habita con su pueblo, y su comunión es perfecta y eterna. En Apocalipsis 21:3 dice: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.”
2. En el cielo, no hay Dolor ni Sufrimiento
Es un lugar de paz y consuelo eterno, no habrá más dolor, sufrimiento, ni muerte. En Apocalipsis 21:4: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”
3. En el cielo hay Moradas Eternas
Jesús mismo ha preparado un lugar para sus seguidores, asegurando que estarán con Él para siempre. En Juan 14:2-3 dice: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
4. El cielo es el lugar de la Recompensa
El cielo es también un lugar de recompensa para aquellos que han sido fieles a Dios, especialmente en medio de persecuciones y pruebas.
En Mateo 5:11-12 afirma: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”
5. El cielo es el Lugar de Gozo y Alabanza
El cielo es un lugar de gozo eterno, donde los fieles alaban a Dios continuamente.
Apocalipsis 7:9-10: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.”
Conociendo solo estas 5 descripciones, Tú ¿Quieres ir al cielo? ¿Te gustaría morar con el creador y disfrutar de Su Presencia y Sus bendiciones por la eternidad?
El cielo, es un lugar de comunión perfecta con Dios, libre de dolor y sufrimiento, preparado por Jesús para sus seguidores, y lleno de gozo y alabanza eterna. Es la morada prometida para los que pones su fe en Jesucristo y son fieles.
Jesús nos enseñó a orar diciendo: “Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:10). Lo que significa, que también, puedes disfrutar aquí en la tierra, un pedacito del cielo, o un pequeño reflejo del cielo, o experimentar el gozo de su salvación, su amor, su poder, su gloria y sus milagros.
Al convertirte a Cristo, el reino de los cielos y la voluntad de Dios, empieza manifestarse en todas las áreas de tu vida, en tu vida personal, en tu salud física, emocional, mental y espiritual, en tu familia, tu economía, en tus relaciones y en toda obra de tus manos.
Experimentas el amor de Dios y sus bendiciones en todo lo que haces, tienes comunión directa con Él, todas las buenas dadivas y los dones perfectos de Dios vienen a tu vida, conoces más a Dios y vives un estilo de vida Camino al cielo.
Existen dos destinos eternos y los caminos que te conducen a ellos, son distintos y opuestos. Uno es el camino al cielo, y otro muy distinto es el camino al infierno. Al convertirte a Cristo, ya empezaste tu camino al cielo, que es tu destino eterno. Debes esforzarte, Cristo está contigo, nosotros tus hermanos de la iglesia estamos apoyándote y acompañándote. Juntos, vamos en él mismo camino. Para ir al cielo, tienes que hacer algunos cambios radicales, porque son caminos distintos y opuestos. Debes dejar de ir camino al camino al infierno y reenfócate hacia el cielo.
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¿Quieres saber cómo hacer ese cambio? ¿Quieres conocer tu destino? Conoce como en 5 minutos cambiar tu destino del infierno al cielo.
Necesitas hacer un “CAMBIO RADICAL” para enfocarte en tu camino al cielo. En el próximo episodio, conoce como en 5 minutos puedes iniciar este cambio radical.