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Vence Tus Excusas: La Acción de Fe que Cambia tu Destino

En algún rincón polvoriento de su hogar, un hombre encuentra una llave vieja y oxidada. Desgastada por el tiempo y olvidada en un cajón, la llave parece insignificante. Sin embargo, por alguna razón inexplicable, decide guardarla en su bolsillo en lugar de desecharla. Días después, caminando por un barrio antiguo, se topa con una puerta grande y cerrada con un grueso candado. Dudoso, prueba la llave y para su sorpresa, la puerta se abre revelando un tesoro olvidado.

Esta historia refleja la vida de muchas personas que, por razones diversas, creen que son insignificantes, inadecuadas o incapaces de lograr grandes cosas. Como la llave olvidada, muchas veces pensamos que nuestro propósito ha sido perdido o que nuestras oportunidades se han desvanecido. Sin embargo, la verdad es que ese propósito aún espera ser descubierto.

Moisés: Un Hombre con Excusas y un Propósito Mayor

La historia bíblica de Moisés, relatada principalmente en el libro de Éxodo, nos muestra a un hombre que tenía todas las razones para sentirse incapaz de cumplir con un gran llamado. Después de haber sido príncipe en Egipto, terminó como un simple pastor en el desierto, creyendo que su tiempo había pasado. Pero Dios lo encontró y lo llamó para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto.

Ante ese llamado, Moisés respondió con una serie de excusas que hoy siguen resonando en la vida de muchas personas:

  • “No soy nadie” – Moisés dudaba de su identidad y valor personal. Pero Dios respondió: “Yo estaré contigo” (Éxodo 3:12).
  • “No sé hablar bien” – La inseguridad sobre sus habilidades lo paralizaba. Dios le dio palabras y ayuda.
  • “Nadie me creerá” – La incredulidad propia proyectada en otros. Dios le mostró Su poder a través de milagros para demostrar que no estaba solo.

Lo más impactante de esta historia no es la inseguridad de Moisés, sino la respuesta de Dios. Él no exigió perfección o habilidad extraordinaria. Solo pidió confianza y obediencia.

¿Qué Son Las Excusas y Por Qué Nos Frenan?

Las excusas son justificaciones que nos damos a nosotros mismos para evitar enfrentar desafíos o responsabilidades. Pueden ser producto del miedo al fracaso, la falta de confianza, el perfeccionismo, la procrastinación o el miedo al juicio. La intención principal es proteger nuestro ego y evitar la incomodidad o el dolor de enfrentarnos a nuestras debilidades.

Pero la realidad es que las excusas actúan como cadenas invisibles que nos mantienen alejados de nuestro propósito. Sirven para tranquilizarnos momentáneamente, pero nunca nos permiten avanzar hacia lo que realmente deseamos o necesitamos hacer.

Claves Para Superar Las Excusas

A la luz de la historia de Moisés, podemos identificar tres claves fundamentales para vencer nuestras excusas y reemplazarlas con acciones de fe:

1. Dios Te Llama, Aunque Te Sientas Inadecuado

Moisés se sintió descalificado por su pasado y por sus propias limitaciones. Pero Dios no lo eligió por lo que era, sino por lo que Él haría a través de él. ¿Cuántas veces nos limitamos por nuestras propias inseguridades?

Acción de fe: Reconoce que tu valor no se basa en tus capacidades, sino en lo que Dios puede hacer a través de ti. Decide avanzar a pesar de tus dudas.

2. Dios Te Provee Lo Que Necesitas

Moisés no tenía todas las respuestas ni las habilidades necesarias, pero Dios prometió estar con él. Cuando Dios te llama, Él te equipa.

Acción de fe: No esperes sentirte completamente preparado. Da el primer paso creyendo que Dios te dará lo necesario en el camino.

3. El Propósito de Dios Es Más Grande Que Tus Miedos

Moisés temía al rechazo, a su falta de habilidad y a la magnitud de la tarea. Pero el propósito de Dios iba más allá de sus miedos. Había un pueblo entero esperando ser liberado.

Acción de fe: Comprende que tu propósito trasciende tus inseguridades. Cuando decides obedecer, impactas no solo tu vida, sino la de otros.

Aplicación Práctica

¿Cómo aplicar esto a nuestra vida diaria?

  1. Identifica tus excusas: Haz una lista de aquellas frases que usas para justificar tu inacción.
  2. Reemplázalas por acciones de fe: Toma al menos una de esas excusas y desafíala con un paso concreto hacia lo que deseas lograr.
  3. Confía en que Dios te dará lo necesario: No se trata de sentirte listo, sino de estar dispuesto a obedecer.

Conclusión

Moisés fue un hombre lleno de excusas que, al decidir obedecer a Dios, cambió la historia de un pueblo entero. Su historia nos muestra que nuestras excusas no definen quiénes somos; lo que nos define es nuestra respuesta a la voz de Dios.

¿Y tú? ¿Qué excusa estás dispuesto a dejar atrás hoy para dar un paso de fe? El mundo necesita líderes valientes que dejen las excusas y actúen con fe. Tal vez tú seas esa llave olvidada que está destinada a abrir puertas que nadie más puede abrir. ¿Te atreves a girar la llave?

 

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