¿Tu conversión a Cristo es auténtica?
¿Qué significa realmente experimentar una conversión genuina? Acompáñanos y descúbrelo.
A veces, las apariencias pueden engañar. Hay personas que asisten a la iglesia, oran, estudian la Biblia y parecen ser creyentes ejemplares. Pero, ¿Qué sucede si, detrás de todo esto, falta algo esencial? La verdadera conversión a Cristo es mucho más que prácticas externas; es una transformación genuina y profunda que nace del corazón.
En este episodio, vamos a explorar los aspectos esenciales que nos ayudan a reconocer si nuestra conversión es auténtica y enraizada en Cristo.
La definición del PECADO
Pecado es cualquier acción, pensamiento o actitud que va en contra de la voluntad y la ley de Dios. Incluye la transgresión de sus mandamientos, la desobediencia, torcer lo que es recto, la rebelión, desviarse de su camino, la incredulidad, la impiedad, la iniquidad, toda injusticia, actuar sin fe, el errar al blanco divino y la omisión de hacer lo correcto. En resumen, el pecado rompe nuestra relación con Dios y lleva a la muerte espiritual (1 Juan 3:4; Efesios 2:2).
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El pecado es la causa de la condenación
El hombre nace en pecado, hereda el pecado adámico y es pecador por naturaleza. (Salmos 51:5). Y como consecuencia del pecado, está condenado la muerte y el castigo eterno (Romanos 6:23; mateo 25:46).
La oportunidad para la Salvación
El remedio contra el pecado es EL PERDÓN de Dios y la salvación de la condenación es través de la fe en Jesucristo y Su obra redentora.
Cristo murió en la cruz, por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día, para darnos vida eterna y esperanza, conforme a las escrituras. Como en 1 Corintios 15:3-4 dice: “Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”
La Salvación es por Gracia, es un regalo divino, no basado en nuestras obras, sino en la Gracia de Dios y se recibe mediante la fe en Jesucristo. En Efesios 2:8-9 nos dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
En Isaías 53:4-6 afirma que Jesús Pago la pena del castigo por nuestros pecados y nos dio la salvación.
El primer paso para la Salvación
El arrepentimiento sincero es el primer paso para la salvación, es un requisito esencial. En Hechos 2:38 Pedro dijo: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
El arrepentimiento consiste en reconocer la gravedad del pecado, y anhelar el perdón de Dios, como dice en salmos 51:4 “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos”
Pedir el perdón de Dios y comprometerse a abandonar el pecado. En Proverbios 28:13 dice: “El que encubre sus pecados, no prosperará; más el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia”
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El Arrepentimiento sincero
Es muy importante asegurarse que el arrepentimiento sea sincero y muestre frutos, como lo dijo Jesús: “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:8). Veamos estos 8 pasos que debe seguir:
1° Tener convicción de Pecado: Reconocer que hemos hecho algo incorrecto y ofensivo contra Dios.
2° Sentir Pesar y Remordimiento: Dolor por haber ofendido a Dios con nuestros pecados “Solo contra Dios hemos pecado”
3° Volverse a Dios: Decidir alejarse del pecado, volverse a Dios y buscar su perdón.
4° Pedir y Recibir el Perdón: Confesar los pecados, pedir perdón por la fe y comprometerse a no pecar (Proverbios 28:13). Luego recibir por fe el perdón y el gozo de la Salvación. El salmo 51:12 dice: “Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente”. También empieza a formar un corazón perdonador, perdona las ofensas de su prójimo.
5° Mostrar un cambio radical frente al pecado y al mundo, no a medias tintas ni tibieza. En apocalipsis 3:16 afirma que no debes ser tibio. Ejemplo: “El que roba , no vuelva a robar más, sino que trabaje haciendo lo bueno” (Efesios 4:28).
6° Estar dispuesto a dar tu vida por Cristo y por Su Obra. Como los cristianos de la iglesia primitiva.
7° Poner a Dios en primer lugar en tu vida, sobre todo incluso sobre ti mismo. Según Mateo 6:33.
8° Comparte la salvación a otros, porque ha entendido lo importante que es reconciliarse con Dios y ayudar a otros a volverse a Dios.
Como Reconocer que el Arrepentimiento NO es sincero
El arrepentimiento que no es sincero o es falso, presenta estas características:
1° No hay Cambios, no muestra frutos de un verdadero arrepentimiento, no reconoce su pecado y no muestra un cambio real en su conducta. La persona sigue en su pecado (Mateo 3:8).
2° No Siente Tristeza por haber ofendido a Dios, solo siente tristeza por las Consecuencias del pecado, o por las aflicciones que padece, pero no por haber ofendido a Dios. (2 corintios 7:10).
3° Es Superficial, se aflige, llora, expresa sus emociones momentáneas; pero no un cambio profundo de corazón. Es motivado por el temor a las consecuencias, el castigo o la pérdida de reputación, como el Faraón de Egipto (éxodo. 9:27-30). O lo hace por presión y no por convicción (Hechos 5:1-11).
4° Justifica su pecado y su comportamiento. Pide perdón, pero culpa a otros y no asume sus responsabilidades.
4° Es Temporal: Su remordimiento, dura poco tiempo, su cambio no es duradero en su conducta y sus frutos (Mateo 13:20-21)
5° Le es difícil perdonar: porque no ha experimento el perdón el perdón de Dios debido a su falta de arrepentimiento sincero (Mateo 18:1-11).
Si el arrepentimiento no ha sido sincero, la conversión no será genuina, y esto se reflejará en sus frutos en su vida cotidiana. Lo veras en creyentes, que sus vidas van camino a la condenación eterna, aunque ellos piensen y digan que van al cielo.
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La Conversión Genuina a Cristo
La conversión genuina a Cristo, es un proceso profundo y transformador que da inicio con el arrepentimiento sincero, lo conduce a cambios radicales, al inicio de un nuevo estilo de vida imitando a Jesús y que cada día se parezca más a Jesús.