Soneando en las alturas
Huellas de ti, de tu gran son por donde quiera.
Transcurría el año 2013 y seria la primera vez que conocería a un salsero de pura sepa.
Y llegó, ahí estaba, era él. Carlos Enrique Estremera Colón, más conocido como El Cano Estremera llego deslumbrando a quien no lo conociera.
Un gorra deportiva, camiseta de un equipo de beisbol, un pantalón buso y las joyas que brillaban avisándote la llegada de la estrella. Interesado siempre por la salsa y que esta se convirtiera en cultura para Perú, fue parte de la entrevista que en ese momento hacia mis inicios como camarógrafo.
El irreverente, El Dueño del Soneo como hacia llamarse, nació en el barrio bravo de Barrio Obrero en Santurse Puerto Rico un 2 de setiembre de 1958.
Ya en el 76 se unió a la Orquesta Mulenze, dos años más tarde conocería a quien seria su salto a la fama y amigo de toda la vida, el maestro Bobby Valentín y orquesta, quien lo invitaría a unirse en el 1978.
La Boda de Ella, sencillo que fue el despegue para el bravo de bravos del soneo.
Como solista fue reconocido y ganador del premio «Paoli» como Vocalista de Salsa del Año en el 1986.
Una fibrosis pulmonar, enfermedad congénita propia de los albinos fue un mal que lo llevo a un trasplante de pulmones en noviembre del 2018 que saldría bien pero las secuelas lo postrarían en una silla de ruedas. En su último cumpleaños lo vimos improvisando y todo parecía haber mejorado, pero una bacteria en mayo pasado causo que su salud volviera a ser débil. Aun no se sabe si el COVID-19 fue causa del deceso del albino. Este vez el blanco e vistió de negro para cantar en las alturas, adiós DUEÑO DEL SONEO.