«Sanidad de Dios: Supera Bloqueos Espirituales»
Veamos 10 bloqueos espirituales que se oponen a tu sanidad.
¿Alguna vez te has preguntado por qué, a veces, parece que tus oraciones por sanidad no tienen respuesta? Quizás sin darte cuenta, hay cosas que estamos haciendo que bloquean esas bendiciones de Dios. La buena noticia es que la Biblia nos muestra cómo reconocer y superar estos bloqueos, para que podamos recibir esa sanidad que tanto necesitamos.
1. La Falta de Fe
La fe en Dios y en Su Palabra, es esencial para recibir Sanidad Divina. Sin fe, es imposible agradar a Dios (Efesios 11:6), es difícil experimentar el poder sanador de Dios. La incredulidad bloquea tu sanidad.
Jesús se asombró por la falta de fe, que impidió manifestar su poder sanador. En Marcos 6:5-6 dice que Jesús “No pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y Él estaba asombrado de la incredulidad de ellos”
Fortalece tu fe meditando en la Palabra de Dios. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Pide a Dios que aumente tu fe, como lo hicieron sus discípulos: “Señor: Auméntanos la fe” (Luc. 17:5), el padre de un niño atormentado clamo a Jesús “Creo; ayuda mi incredulidad” (Marcos 9:24).
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2. El Pecado No Confesado
El pecado no confesado puede bloquear la sanidad. La confesión y el arrepentimiento son cruciales para abrir el camino a la sanidad. En Proverbios 28:13 dice: “El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. Según Santiago 5:16, también ayuda “Confesar las ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para recibir sanidad. La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16).
Los pecados no confesados bloquean la sanidad de Dios. La solución es el arrepentimiento genuino, confesando los pecados y pidiendo perdón a Dios.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
3. La Falta de Perdón
El resentimiento, la amargura, las ofensas y la falta de perdón, impide la sanidad. La falta de perdón cierra el acceso al trono de Dios en nuestras oraciones y bloquea la sanidad. La Palabra enseña que antes de orar hay que perdonar. Marcos 11:25: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”
La falta de perdón puede causar daños emocionales y físicos. En Efesios 4:31-32 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
El perdón es una condición para recibir el perdón de Dios y tener acceso a la sanidad y sus bendiciones.
Mateo 6:14-15 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” La sanidad Divina, es la obra del favor y la misericordia de Dios, que también debe alcanzar a otros; por eso, debes ser misericordioso con los que te ofendieron y regalarles tu perdón, para recibir tu sanidad.
4. La Desobediencia
La obediencia a La Palabra de Dios, es fundamental para experimentar la sanidad Divina y otras bendiciones.
En Deuteronomio 28:15 dice: “Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán”.
La desobediencia ATRAE a las enfermedades y muchos males, se opone y bloquea la sanidad Divina. Dios dice en Deuteronomio 28:15: La desobediencia puede traer enfermedades y maldiciones. “Vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán”. Determina obedecer a Dios y a Su Palabra, escucha y obedece su Palabra. En 1 Samuel 15:22 dice: «Más le agrada al Señor la obediencia que los sacrificios” que se le obedezca, y no que se le ofrezcan sacrificios y holocaustos; vale más obedecerlo y prestarle.
En Deuteronomio 28:1-2 dice: “Si oyes atentamente la voz de Jehová tu Dios… vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán”. Si escuchas y obedeces, las bendiciones vienen sobre ti.
5. Las Dudas y Temores
Las dudas y temores bloquean la sanidad. La duda impide que recibas lo que le pides a Dios.
En Santiago 1:6-7 dice: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”
Advierte que el que duda “ni piense que recibirá algo de Dios” La duda anula toda posibilidad de ser sanos. ¡No permitas que la duda ANULE tu sanidad!
Reemplaza las dudas y temores con la fe en Dios. “Pero pida con fe, no dudando nada” (Santiago 1:6). Ora y confía que Dios es tu sanador, Él si quiere sanarte, porque te ama y siempre cumple sus promesas.
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6. La Falta de Oración y Ayuno
La oración y el ayuno son poderosos para romper barreras espirituales.
Hay enfermedades que tienen una fuerte influencia maligna, que solo pueden salir con oración y ayuno. Jesús enseño: “Pero este género no sale sino con oración y ayuno” (Mateo 17:21). En el libro del profeta Isaías 58:6 dice que el ayuno es para desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y que romper todo yugo.
La oración y el ayuno además de ser medios de comunicación y adoración a Dios, son armas poderosas contra el mal según Efesios 6:18; y movilizan a los ángeles a pelear a nuestro favor, según Daniel 10:12-14.
Dedica tiempo a la oración y el ayuno, organízate, disciplínate, se perseverante y usa estos instrumentos poderosos.
7. La Falta de Amor
El amor es fundamental en la vida cristiana. La falta de amor hacia Dios y hacia los demás, es un obstáculo para recibir su sanidad; porque Dios es amor, se mueve en amor y por amor. Dios nos sana y bendice por su puro amor. Según mateo 14:14, Jesús sano a la multitud de enfermos porque tuvo misericordia de ellos.
En 1 Juan 4:7-8 dice: “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”.
Confía en el amor de Dios, ama a Dios y a tu prójimo. Ama y deja amar, porque en el reino de Dios, todo se mueve por amor, sus bendiciones y sanidades son la demostración de su amor.
8. El Orgullo
El orgullo nos aleja de la gracia de Dios. Nos impide reconocer nuestra necesidad de Dios y su poder sanador. No te deja poner a Dios en primer lugar como tu sanador, te hace confiar más en ti, en la ciencia, en los hombres y en lo que vez, en lugar de confiar en Dios.
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Santiago 4:6).
El orgullo bloquear la sanidad, atrae enfermedad, dolor y aflicción. Al ángel más hermoso, el orgullo lo bajo del cielo al infierno, de la gloria al sufrimiento, al hombre lo baja de la salud a la enfermedad. “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Santiago 4:6).
Practica la humildad, “aprende de Jesús a ser manso y humilde de corazón y hallaras descanso para tu alma” Mateo 11:29. En tus circunstancias, se humilde y reconoce que necesitas rendirte a Dios, para recibir tu sanidad.
9. La Influencia de Espíritus Malignos
La influencia de espíritus malignos es la causa de muchas enfermedades y también bloquean o impiden la sanidad Divina. Jesús y sus discípulos a menudo expulsaban demonios como parte de su ministerio de sanidad.
En Marcos 16:17-18 dice: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas, tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”
La influencia de espíritus malignos es real y continúa afectando la salud y el bienestar. Pero Cristo ya los venció en la cruz, solo tiene que resistirlos y expulsarlos, y puedes hacerlo porque Jesús te dio la autoridad: “En mi nombre echarán fuera demonios” (Marcos 16:17).
Pide a Dios discernimiento, para que puedas descubrir alguna influencia maligna, usa la autoridad de Dios para expulsarlo, resístelo y lo veras huir de ti. En Santiago 4:7 dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”
10. La Falta de Gratitud
La gratitud tiene un impacto positivo en nuestra salud emocional y física. Agradecer a Dios por sus bendiciones fortalece nuestra fe, nos ayuda a mantener una actitud positiva y atrae hacia nosotros más bendiciones y sanidad.
En 1 Tesalonicenses 5:18 nos dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”
La falta de gratitud conduce a una actitud negativa, al desánimo y atrae males que afectar nuestra salud y también impiden nuestra sanidad. El ingrato se enfoca en lo que le falta y el agradecido se enfoca en dar gracias por lo que tiene, y su gratitud le trae lo que le falta.
Practica la gratitud diariamente con Dios y con los que te rodean. Mantén un diario de gratitud. “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre” (Salmo 100:4).
Tus continuas acciones de gracias atraerán hacia ti más bendiciones de Dios, más salud y vida.
«Recuerda, Dios quiere darte esa sanidad que tanto anhelas, solo tenemos que eliminar los bloqueos. Si te ha inspirado este mensaje, suscríbete, activa la campanita para más contenido, y deja un ‘amén’ en los comentarios. ¡Dios te bendiga!»