«Renueva tu mente, renueva tu vida»
Imagina una transformación tan profunda que cambia todo lo que eres desde el interior.
No es un cambio físico ni algo que se vea a simple vista, sino una renovación completa del corazón. La Biblia nos habla de una obra sobrenatural que solo Dios puede hacer en nosotros: la regeneración. Este cambio nos quita el corazón de piedra, rebelde y endurecido, y nos da un corazón nuevo, sensible al Espíritu de Dios y con el deseo de vivir en obediencia.
En Ezequiel 36:26, Dios promete: ‘Les daré un nuevo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes.’ Y en 2 Corintios 5:17 nos dice: ‘Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, y todas son hechas nuevas.’
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La regeneración es un acto y un proceso
La regeneración es un acto instantáneo que ocurre en el momento de la conversión, según Tito 3:5 “Nos salvó, por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” Pero también es un proceso que continua a lo largo de la vida del cristiano. En filipenses 1:6 dice: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
La obra de la Regeneración
Veamos los efectos que produce la regeneración en el nuevo nacimiento:
- Marca el inicio de la nueva vida: La regeneración es simultánea con el nuevo nacimiento y marca el comienzo de la nueva vida en Cristo. En Tito 3:5dice: “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.”
- Trae renovación Interna: produce un cambio profundo en el corazón y la mente de una persona. Una renovación espiritual en todo su ser, dándole una nueva perspectiva y propósito en la vida (Ro.12:2). 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
- Te Capacita para Obedecer: Antes no podía obedecer al estar esclavo del pecado, con la regeneración eres libre y recibes la capacidad para obedecer, amar y hacer la voluntad de Dios. En Juan 14:15 dice: “Si me amas, guarda mis mandamientos.”
- Produce una transformación: Un cambio radical, deja la vida vieja en el pasado y recibe nueva vida, “todo es nuevo”, comparado con el nacimiento de un bebé. En Juan. 3:3 dice: “El que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios”
- Busca la santidad: el cristiano regenerado se aparta del pecado y empieza una vida santa, busca está en paz con Dios consigo mismo y con su prójimo. En Hebreos 12:14 dice: “Busca la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
- Te da un corazón perdonador: En la regeneración recibes la capacidad de perdonar a los demás, reflejando el perdón que has recibido de Dios. Porque experimentas el gozo del perdón y quieres compartirlo con otros. Como dice Efesios 4:23: “Sed benignos con otros, misericordiosos, perdonándose uno a otros, como Dios los perdono en Cristo”
- Renueva tu mente: La regeneración renueva tu mente o tu manera de pensar, empiezas a pensar cómo piensa Cristo, de acuerdo a los pensamientos de Dios según Su Palabra. Y te quitas el molde del mundo. Como dice en Romanos 12:2: “Y no oes adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, que es buena, agradable, y perfecta.”
- Compartir el Evangelio: El cristiano al ser regenerado recibe el deber de continuar la misión de Jesús, de ir a salvar a otros (Mt. 28:19-20). La transformación interna, se refleja externamente en el deseo y las acciones de compartir el evangelio y salvar a otros.
- Participar en la iglesia: La regeneración lleva al cristiano a participar activamente en la comunidad de fe, por el deseo de comunión y amor fraternal, y también por la necesidad de edificación mutua, apoyo, servicio y cumplimiento de la misión de Cristo. Según hebreos 10:24 y 25 “para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre.”
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¿Qué sucede con la persona que no experimenta la regeneración?
Los que no experimentan la regeneración, no pasan por la transformación espiritual profunda que cambia el corazón y la mente para vivir en obediencia a Dios. Permanecen en esclavitud del pecado, sin experimentar la transformación interna y la nueva vida en Cristo. Veamos:
Permanecen en el Pecado: Siguen esclavos del pecado y no pueden vencer a su naturaleza pecaminosa.
Les Falta Transformación Interna: No experimentan la renovación espiritual y permanecen con un corazón insensible a Dios.
No disfrutan la Nueva Vida en Cristo: No experimentan el nuevo nacimiento y continúan viviendo su vieja naturaleza.
Son incapaces de Obedecer a Dios: No pueden obedecer a Dios, por causa de su naturaleza pecaminosa.
No asisten a la iglesia, No participan en la oración, los estudios, la adoración, el servicio y el apoyo y la edificación mutua.
No pueden perdonar: No desarrollan la capacidad de perdonar a los demás, porque no han experimentado el perdón transformador de Dios.
No Renuevan su mentalidad: Siguen pensando según los patrones del mundo, sin experimentar la mente de Cristo y sin alinear sus pensamientos con los de Dios.
No Comparten el Evangelio: No sienten ni desean compartir la salvación con otros, porque no han experimentado la transformación del Evangelio.
En resumen, su conversión a Cristo no ha sido genuina. No so salvos.
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La Regeneración en la vida cotidiana
La regeneración es un acto espiritual que transforma profundamente el corazón y la mente del creyente, y sus efectos se extienden a todas las áreas de la vida cotidiana. Este cambio interno se refleja externamente en el comportamiento, las relaciones, las actividades diarias del cristiano, evidenciando las bendiciones de Dios, como está escrito en 3 Juan 2:
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”