El hábito de Jesús de adorar es una ex-presión, un encuentro y un experiencia
con Dios. Es un encuentro que se inicia
al enfocarse en él, y que implica:
• Alabarlo por quien él es.
• Agradecerle por lo que él ha hecho.
• Confesarle los pecados.
• Rendirle la mente, voluntad y emociones.
• Ofrecerle la vida completa.
• Obedecer lo que él ha dicho que usted haga.
• Pedirle que trabaje en su vida
• Decirle a otros de su amor hacia él.
• Experimentar un nuevo amor por él y un nuevo compromiso con él.
- Jesús nos mostró cómo adorar
Jesús adoró constantemente a Dios el Padre. Se hizo el hábito de estar en la casa de Dios, en el lugar donde mejor podía experimentar a Dios. Jesús nos demostró que la adoración no sólo es personal sino también comunitaria, cuando la compartimos con otros creyentes.
Nos demostró que la casa de Dios es una casa de oración, una 30Ver también-CAP 1 EL HÁBITO DE AISLARSE
casa para escuchar su Palabra y una casa de sanidad donde adoramos a Dios enfocándonos en él dentro de nuestro ser y basados en las Escrituras.
La adoración, sin embargo, no está limitada a la iglesia. La adoración privada nos prepara para la adoración comunitaria. Ir a la iglesia es seguro. Permítame demostrárselo. Un amigo mío me envió un artículo que sugiere que:
• El 20% de todos los accidentes fatales ocurren en automóviles.
• El 17% de todos los accidentes ocurren en el hogar.
• El 11% de los accidentes ocurren a quienes caminan a pie por las calles o aceras.
• El 16% de todos los accidentes ocurren al viajar por avión, tren o barco.
• Del 33% de los accidentes restantes, el 32% ocurre en los hospitales.
• Aquí está la buena noticia:
Solamente el 1% del total de las muertes ocurre en los servicios de adoración en una iglesia. Por lo tanto, uno de los lugares más seguros sobre la tierra es el servicio de adoración.
Podríamos inventar una etiqueta para pegar en los automóviles que dijera: IR A LA IGLESIA PUEDE SALVAR SU VIDA.
Jesús fue consistente al adorar
En ese momento Jesús dijo a la multitud:
—¿Cómo contra un asaltante habéis salido con espadas y palos para prenderme? Cada día me sentaba enseñando en el templo, y no me prendisteis (Mateo 26:55).
Jesús podía ir al templo cada día, demostrando la consistencia e importancia de la adoración comunitaria. Adorar debe ser un estilo de vida; no debe limitarse a un día de la semana en particular.Ver también-CAP 2 EL HÁBITO DE ORAR
Jesús tenía pasión por la casa de Dios
Sus discípulos recordaron que estaba escrito: El celo por tu casa me consumirá (Juan 2:17).
La palabra celo significa «pasión, fervor, entusiasmo». Jesús fue un apasionado de la casa de Dios, porque este era el lugar donde la gente podía encontrar a Dios.
Jesús demostró que llevar a los niños a la casa de Dios debe ser una prioridad.
Pero los principales sacerdotes y los escribas se indignaron cuando vieron las maravillas que él hizo, y a los muchachos que le aclamaban en el templo diciendo:
—iHosanna al Hijo de David!
Y le dijeron:
—¿Oyes lo que dicen éstos?
Jesús les dijo:
—Sí. ¿Nunca leísteis?: ¿De la boca de los niños y de los que maman preparaste la alabanza? (Mateo 21:15, 16).
Llevar a los niños a la iglesia les ayuda a tener una brújula moral y espiritual. Jesús quiere a los niños en la iglesia.
Jesús comprendió que las personas tienen hambre de escuchar la Palabra de Dios
Pero no hallaban manera de hacerle algo, porque el pueblo le escuchaba con mucha atención (Lucas 19:48).
En todas las personas hay un deseo interno por escuchar la enseñanza, la explicación y aplicación de la Palabra de Dios. La Biblia no desanima a las personas; ellas se desaniman cuando escuchan a alguien que utiliza la Biblia, pero cuyas actitudes no son correctas.
Y todo el pueblo venía a él desde temprano para oírle en el templo (Lucas 21:38).
La adoración no es solamente lo que decimos o cantamos; la adoración es, además, escuchar a Dios y escuchar atentamente lo que Dios desea decirnos.
Jesús incluyó el dar como una parte esencial de la adoración
Estando Jesús sentado frente al arca del tesoro, observaba cómo el pueblo echaba dinero en el arca. Muchos ricos echaban mucho (Marcos 12:41).
Jesús sabía lo que cada uno daba con su ofrenda. Todavía lo sabe. Dios no necesita nuestro dinero, sin embargo, todos necesitamos darlo urgentemente para expresar nuestra fe y obediencia.
«Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón» (Mateo 6:21).
Jesús hizo una promesa acerca de la adoración
Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mateo 18:20).
La promesa de Jesús no significa que si dos, tres o más cristianos se reúnen, él aparecerá físicamente. Significa que si los creyentes se reúnen con el expreso propósito de adorarlo, permiten que todo lo que se haga y se diga sea acerca de él, y permiten que su agenda sea la única agenda, él estará en medio de ellos. Eso es lo que él desea hacer: guiarnos a un espíritu de reverencia, a la realidad de su santidad y perfección, capacitándonos para servirlo y para que experimentemos su poder limpiador.
¿Cuáles son los enemigos del hábito de adorar?
1. Ocupación: «Estoy muy ocupado para ir a la iglesia».
2. Falta de preparación: «No estoy listo para adorar».
3. Ignorancia: «No sé cómo adorar».
4. Autosuficiencia: «No recibo nada por ir a adorar».
5. Excusas: «Tengo otras cosas que hacer en mi día libre».
6. Distracciones: «Tengo muchas ocupaciones en este momento».
7. Mala experiencia: «Tuve una mala experiencia en la iglesia; fui herido, lastimado y ofendido».
Haga de la adoración un hábito
1. Decida ser un adorador privado y comunitario.
Nada es más importante que adorar a Dios diariamente en privado y, cuando menos, una vez por semana en unión con otros creyentes. Cuando la adoración llega a ser nuestra prioridad, todo lo demás se ordena en el lugar correcto.
Ver también-CAP 3 EL HÁBITO DE ADORAR
2. Encuentre una iglesia que sea doctrinalmente sana (una iglesia que cree, predica y enseña las doctrinas básicas de la fe), que tenga vida, que tenga programas que llenen las necesidades de su familia y esté cerca de su casa para que le permita participar activamente.
Busque con cuidado, pero no con demasiada lentitud. Es vital para su salud espiritual encontrar una iglesia a la cual usted pueda llamar «mi segundo hogar». La iglesia será el lugar visible de su compromiso con Cristo. Asistir a varias iglesias y no comprometerse con ninguna puede conducir a un caos espiritual.
3. Haga el compromiso de ofrecerle a Dios por lo menos dos horas cada domingo.
Comprometa un mínimo de dos horas del domingo para Dios. Habrá excepciones, pero adopte este compromiso como regla general. Ninguna actividad puede reemplazar su presencia en la adoración comunitaria.
4. Decida perdonar si ha sido herido o maltratado en otra iglesia.
No mantenga a todas las iglesias como rehenes a causa de una iglesia que hizo lo incorrecto con usted. Muchas personas se sienten heridas por la iglesia; algunos, legítimamente; pero otros no. En cualquier caso, hay que darse cuenta de que la iglesia está formada por personas imperfectas, pero el Jesús a quien esa iglesia proclama, ese sí es perfecto. Por su propia salud espiritual, permítase terminar con la incredulidad. No todas las iglesias son iguales, de modo que no juzgue mal a todas las iglesias por alguna experiencia que haya tenido en una en particular.
5. Deje todo listo el sábado por la noche, así no siente desánimo y frustración el domingo por la mañana.
Este es un detalle práctico, pero pue-
de hacer una gran diferencia al afrontar
un frenético domingo por la mañana.
Prepare el sábado por la noche la ropa
que usará para ir a la iglesia. Prepare un
plan de comida para el domingo. Haga
acuerdos con su familia para salir a tiempo.
6. Ore cada día por su iglesia y por sus líderes.
Esto le hará sentirse cerca de ellos. La oración le dará un sentido de conexión con la iglesia. Ore por los programas de la iglesia y por el impacto de su iglesia en la comunidad.
7. Tenga una buena Biblia de estudio, en la que pueda tomar notas cuando el mensaje está siendo predicado.
Una buena Biblia de estudio es indispensable. Invierta algo de dinero en ella. No tema subrayarla, colocar un círculo alrededor de ciertas frases o marcar ciertas palabras. Está bien escribir en su Biblia.
8. Escuche la clase de música que en su iglesia cantan.
Familiarícese con la música de su iglesia. Esto le ayudará a participar en la adoración comunitaria de los domingos y le permitirá escuchar más fácilmente a Dios. La música establece un estado de ánimo.
9, Asista a la iglesia con esta idea; «Voy por lo que tengo para ofrecer a Dios, no por lo que pueda obtener de la iglesia».
Usted está ahí para él. Usted irá por Dios. Ese es el motivo por el cual usted asiste a la iglesia cuando podría quedarse durmiendo el domingo por la mañana. Mantenga la perspectiva de que todo se centra en él. A medida que usted crezca en esta actitud, será lleno con la experiencia de la adoración. No se pregunte «¿qué gané en la iglesia hoy?» sino «¿qué le di al Señor hoy en la iglesia?».
10. Invite a otros para que vengan a adorar con usted.
Muchas personas vendrían a la iglesia sólo si fueran invitadas. La gente está interesada en los asuntos espirituales. Pensar lo contrario es un prejuicio desacertado y hasta peligroso. Cualquiera puede invitar a otra persona a asistir a la iglesia.