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Los hábitos de Jesús | Cap – 2

Audiolibro-EL HÁBITO DE ORAR

EL HÁBITO DE ORAR

Aconteció que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulas, le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Lucas 11:1

El hábito de Jesús de orar implica el tomar la decisión de vivir en una atmósfera, ya sea a una hora establecida o espontáneamente, en la cual usted… Alaba a Dios, agradece a Dios, confiesa sus pecados a Dios, intercede por otras personas, y presenta sus peticiones personales a Dios.

Jesús nos mostró como orar

Los discípulos escucharon a escondidas cuando Jesús oraba. Y estaban tan emocionados por lo que habían escuchado que le pidieron que les enseñara a orar como Él lo hacía. Esa es la clave: aprender a orar como Jesús oraba. Ellos vieron el poder de Jesús y lo relacionaron con su oración.

Cuando oraba Jesús Obtengamos una mejor idea de las ocasiones en las que Jesús oro, y el significado que ellas tienen para nuestra propia vida.

Él oró muy temprano por la mañana  Habiéndose levantado muy de madrugada, todavía de noche, Jesús salió y se fue a un lugar desierto y allí oraba. Marcos 1:35. ¿Por qué es importante orar por la mañana?

  1. Para prepararnos para el día. 2.Para estar listos para la batalla espiritual.

Él oró por la noche, y algunas veces toda la noche.  Aconteció en aquellos días que Jesús salió al monte para orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. Lucas 6:12. Hay ocasiones cuando orar y más importante que dormir.

Cómo oraba Jesús

Él oró con las personas y no solamente por ellas.

Aconteció, como ocho días después de estas palabras, que tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Lucas 9:28.

Tome tiempo para orar con su familia y amigos. Si usted promete orar, ore inmediatamente o escriba su propósito para orar después.

Ver también-CAP 1 EL HÁBITO DE AISLARSE

Él oró continuamente  Jesús nunca dejó de orar. Les refirió también una parábola acerca de la necesidad de orar siempre y no desmayar. Lucas 18:1.

Jesús oró

  • Mirando hacia arriba. Jesús habló de estas cosas y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre,  la hora ha llegado. Glorifica a tu hijo para que el hijo te glorifique a ti. Juan 17:1.
  • Arrodillado. Y Él se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba. Lucas 22:41.
  • Postrado. Pasando un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, de ser posible, pase de mí esta copa. Pero, no sea como yo quiero, sino como tú quieres. Mateo 26:39.
  • Antes de tomar grandes decisiones. Aconteció en aquellos días que Jesús salió al monte para orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. Lucas 6:12.
  • Después de una gran victoriaUna vez despedida a la gente, subió al monte para orar a solas; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Mateo 14:23.

Para vencer la tentaciónDespués de salir, se fue, como solía hacerlo, al Monte de los olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó al lugar, les dijo:      -Orad, para que no entres en tentación.

Y Él se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra, impuesto de rodillas oraba. Lucas 22:39 al 41.

Ver también-CAP 2 EL HÁBITO DE ORAR 

  • Para glorificar a Dios el Padre. Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu hijo para que mi hijo te glorifique a ti. Juan 17:1.
  • Con un motivo correcto. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien Tú has enviado. Juan 17:3.
  • Para tener intimidad con DiosAhora pues, Padre, glorifícame tú en tu misma presencia, con la gloria que yo tenía en tu presencia antes que existiera El Mundo. Juan 17:5.
  • Para no dejar algo sin cumplir. Cuando yo estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre que me has dado. Y los cuidé, y ninguno de ellos se perdió excepto el hijo de perdición, para que se cumpliese la Escritura. Juan 17:12.
  • Pidiendo protección alrededor de los discípulos.  No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes los maligno. Juan 17:15.
  • Basado en las EscriturasSantifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. Juan 17:17.
  • Para impactar al mundoNo ruego que los equipos del mundo, sino que los guardes del maligno. Juan 17: 15.
  • Durante una crisis. Cuando llegó a la hora sexta, descendió oscuridad sobre toda la tierra, hasta la hora novena. Y en la hora novena Jesús exclamó a gran voz, diciendo: ¡Eloi, Eloi! ¿Lama Sabactani? – que traducido quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? Marcos 15:33 y 34.
  • Ferviente y apasionadamente. Y angustiado, oraba con mayor intensidad, de modo que su sudor era como grandes gotas de sangre, que caían hasta la Tierra. Lucas 22:44
  • Mientras moría. Como a la hora novena Jesús exclamó a gran voz diciendo: ¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani? – que significa: Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? – … Pero Jesús clamó otra vez a gran voz y entregó el espíritu. Mateo 27:46 al 50.

Ver también-CAP 3 EL HÁBITO DE ADORAR

 Cuáles son los enemigos del hábito de orar.

  1. Orar por razones incorrectas. Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastarlo en vuestros placeres. Santiago 4:3.
  1. Orar mientras se practica un pecado. Si en mi corazón yo hubiese consentido la iniquidad, el señor no me habría escuchado. Salmo 66:18.
  1. Orar cuando ha mantenido su Biblia cerrada. El que aparta su oído para no oír la ley, aun su oración es abominable. Proverbios 28:9. Cuando usted es indiferente a la Palabra de Dios, abandona la Palabra de Dios o evade la Palabra de Dios, esto cierra los unidos del cielo.
  1. Orar creyendo que Dios no responderá. Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a la ola del mar, movida por el viento y echada de un lado a otro. No piense tal hombre que recibía cosa alguna del Señor. Santiago 1:6 y7.
  1. Orar sin que Dios sea su prioridad. Oh hijo de hombre, estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones y ha puesto delante de sus rostros aquello que les hace caer en la iniquidad. ¿Habré yo de ser consultado por ellos? Ezequiel 14:3.
  1. Orar con hipocresía. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que aman el orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. De cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mateo 6:5.
  1. Orar sin haber perdonado. Y cuando os pongáis te pie para orar, si tenéis algo contra alguien, perdonadle, para que vuestro padre que está en los cielos también os perdone a vosotros vuestras ofensas. Marcos 11:25.

Por tanto, si has traído tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y ofrece tu ofrenda.

Reconcíliate pronto con adversario mientras estás con él en el camino; no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que jamás saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante. Mateo 5:23 al 26.

  1. Orar mientras hay un conflicto en su matrimonio. Así mismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, para que, si algunos no obedecen a la Palabra, también sean ganados sin una palabra por medio de la conducta de sus mujeres, al observar vuestra reverente y casta manera de vivir. Vuestro adorno no sea exterior, con arreglos ostentosos del cabello y adornos de oro, ni en vestir ropa lujosa; Sino que sea la persona interior del corazón, en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo.

Esto es de gran valor delante de Dios. Porque así también se adornaban en tiempos antiguos aquellas Santas mujeres que esperaban en Dios y estaban sujetas a sus propios maridos. Así Sara obedeció a Abraham, llamándole señor. Y vosotras habéis venido a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no tenéis miedo de ninguna amenaza.

Vosotros, maridos, de la misma manera vivir con ellas con comprensión, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas. Primera Pedro 3:1 al 7.

  1. Orar sin ser miembro de la familia de Dios. Y acordaos de que en aquel tiempo estabais sin Cristo, apartados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, estando sin esperanza y sin Dios en el mundo. Efesios 2:12.

10.- Oraciones que nunca han sido hechas. Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, pero no podéis tener. Combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. Santiago 4:2.

 

 

 

 

Ver también-CAP 4 EL HÁBITO DE CONSTRUIR RELACIONES

Haga de la oración un hábito.

1.- Decida orar, no espere hasta que sienta deseos de hacerlo. No espere a que le llegue el deseo de orar; orar es un hábito, una decisión, algo que usted debe hacer sin importar como se siente. Orar es una disciplina de acción, no un asunto de sentimientos.

2.- Haga de la oración una parte su vida diaria. Usted puede orar en cualquier lugar y en cualquier momento. Algunas personas llaman a esas oraciones, “ORACIONES FLECHAS”; usted las lanza tan pronto como una necesidad aparece en su vida. No hace falta cerrar los ojos, ni arrodillarse.

3.- Ore a Dios meditando en Su Palabra. Tome un pasaje de las escrituras y ore a Dios meditado en Su Palabra. Tomé las promesas de Dios y repítaselas. Haga suyas esas promesas. Recitar las escrituras es una de las formas más poderosas de orar. Saber que Dios honra su Palabra provee una gran confianza.

4.- Decida que nunca tomará una decisión importante sin orar primero. Tomar decisiones sin buscar la dirección de Dios que puede acarrear una multitud problemas que se podrían evitar. Dé a Dios la oportunidad de conocer su necesidad, antes de tomar los asuntos en sus propias manos.

5.- Ore antes de salir de su casa por la mañana. Haga una oración antes de salir por la mañana. Ore por ese día. Conságrelo a Dios. Pídale sus bendiciones, protección, ideas y compromisos originados en Dios.

6.- Confiese su pecado inmediatamente. En cuanto usted se dé cuenta de que ha pecado, deténgase y confiese a Dios ese pecado inmediatamente. Póngase en armonía con Dios. El pecado no confesado afectará cada área de su vida y entorpecerá el plan de Dios para usted.

7.- Pruebe diferentes posiciones para orar: parado, sentado, arrodillado, postrado. Experimente, pero recuerde que es la posición del corazón, no la posición del cuerpo, la que Dios observa. Sin embargo, la posición del cuerpo puede ser un indicador de su corazón. Por ejemplo, arrodillarse es una indicación de su misión a Dios.

  1. Ore con sencillez. Concéntrese en ser genuino delante de Dios, no se preocupe por las palabras que utiliza la oración es una conversación con Dios no se impresiona con entorno a nuestra voz o el volumen simplemente hable con Dios de manera natural

9.- Nunca se rinda: siga orando. Dios ha prometido bendecir nuestra persistencia. Puesto que la oración

debe estar basada en la fe, esta llega a ser una prueba de la seriedad de nuestra fe.

10.- Espere respuestas. Fe es expectativa. Espere que Dios responda a su oración. Dios responderá sus oraciones en una de estas cuatro maneras:

“sí”.  “No”.  “Espera”. o “Yo tengo para ti algo diferente, algo mejor”.

Leer el siguiente capítulo 3 

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