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Los Agentes Comunitarios de Salud y su determinante aporte en la vacunación contra la COVID-19 en los pueblos indígenas

Lima.- Llegar con las vacunas contra la COVID-19 a la población indígena y con ello haber salvado
miles de vidas es el resultado del indesmayable trabajo de las brigadas de inmunización y de los
Agentes Comunitarios de Salud (ACS). Ambos actores sociales fueron fundamentales en la
salud pública durante esta pandemia, siendo los ACS el primer contacto con la población para
realizar un trabajo de sensibilización y conseguir la aceptación de la comunidad a recibir la
vacuna anticovid. Es así que, a través de su voluntaria y destacable labor, se convirtieron en
aliados estratégicos de los países de América del Sur con población indígena, tales como Perú,
Colombia, Brasil, Bolivia, Ecuador y Surinam.

Cuando inició el proceso de vacunación la población indígena se mostró renuente a recibir las
dosis contra el SARS-CoV-2 y recurrían a la medicina tradicional para protegerse del temible
coronavirus. Las razones de esta negación a la vacuna fueron la poca información y las noticias
falsas que se generaban entorno al biológico, las cuales ponían en duda su efectividad.

Esta situación se percibió, por ejemplo en Perú, en la comunidad Infierno de la provincia de
Tambopata, en la región Madre de Dios, donde se evidenció que las fake news fueron el
principal motivo por el cual la población indígena no aceptaba vacunarse. “El motivo fue la mala
información que llegaba a los miembros de la comunidad, pensaban que con la vacuna ya no
podían tener hijos, iban a morir pronto o les pondrían un chip”, cuenta Juan Pesha Baca (57),
quien se desempeña como Agente Comunitario de Salud en su comunidad.

En este contexto, la labor de los agentes comunitarios fue fundamental para cerrar la brecha de
vacunación en la población indígena. “Nuestro trabajo fue de sensibilizar y concientizar a los
comuneros sobre por qué deberían tener la vacuna (…) Una vez que sensibilizábamos a las
familias, coordinábamos con los responsables de los puestos de salud y las autoridades de las
comunidades”, explica Pesha.

Lo mismo ocurría en Colombia, donde el trabajo de los agentes fue importante para cambiar la
estrategia del sector Salud a fin de acercar la vacuna a las comunidades nativas. Según cuenta
Juan Alberto Sánchez Patria (42), coordinador nacional de Salud y Medicina Tradicional de la
Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (OPIAC), en su
país la población indígena se oponía al ingreso del personal de salud, sin embargo, la
intervención de los ACS a través del diálogo con las autoridades fue crucial para sensibilizar a la
población.

“Los agentes comunitarios conocen la realidad e idiosincrasia de los pueblos, por eso han tenido
un papel importante porque ellos son los que tienen diálogo directo entre las organizaciones
nacionales y el gobierno nacional. Ellos fueron los que solicitaron acompañar en el proceso de
vacunación, que no solo acompañe la institución y los profesionales, sino también los líderes y
Agentes Comunitarios de Salud”, menciona Alberto Sánchez, quien lleva más de 20 años como
Agente Comunitario de Salud.

Y fue precisamente esa labor la que realizó el peruano Juan Pesha y el colombiano Alberto
Sánchez en la comunidad Infierno. Hasta este lugar llegaron ambos agentes comunitarios
acompañando a una brigada de salud para recorrer casa por casa y sensibilizar a los indígenas;
el objetivo: que las enfermeras logren vacunar.

En esa intervención el personal de salud pudo vacunar a 7 personas contra la COVID-19 y
aplicar 5 vacunas del Esquema Regular. Vicente Manujiri (6), Amparo Delgado (24), Luana
Cahuana (8), Jose Mishaja y Ronald Manujiri fueron algunos de los pobladores indígenas
vacunados.

“Nuestros agentes comunitarios han sido un puente entre los establecimientos de salud y su
comunidad, gracias a ello es posible la persuasión y convencimiento para que la población tenga
confianza en el personal de salud”, sostiene Julio Mendigure, director de Pueblos Indígenas u
Originarios del Ministerio de Salud (Minsa).

En ese sentido, el funcionario reafirma el compromiso del sector en el fortalecimiento de las
capacidades de los agentes. “Desde el Ministerio de Salud hemos identificado a 3517 Agentes
Comunitarios de Salud indígenas y para ellos hemos gestionado una resolución ministerial que
permita dotarlos de equipamiento para que sigan haciendo su trabajo, además los hemos
capacitado. La idea es que los agentes sigan siendo baluartes para salvar vidas de la población
indígena”, agrega. Mendigure.

A pesar que la labor de los agentes es voluntario, es decir, no son reconocidos económicamente,
ellos continúan trabajando por la salud de su comunidad. No obstante, en la clausura del II
Encuentro Internacional de Agentes Comunitarios de Salud de la Amazonía: “Nuestra Salud,
Nuestro Territorio” se llegaron a acuerdos como la incorporación formal de los ACS indígenas
dentro del sistema de salud, reconocimiento de los ACS por parte de los ministerios de Salud,
generar incentivos monetarios y no monetarios para los ACS, entre otros. Estas propuestas se
enmarcan en la hoja de ruta que deben seguir los sistemas de salud de los distintos países para
revalorar la labor que realizan los agentes comunitarios a favor de la salud pública.

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