EMPRESARIAL

Las fibras natural de origen animal por primera vez en cumbre mundial

Lima.- Las cuatro principales industrias de fibras naturales (alpaca, cashmere, mohair y lana) se unieron en
alianza para responder a los grandes desafíos por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
promoviendo la sostenibilidad, impulsando la aplicación de la tecnología en sus procesos y fortaleciendo
las buenas prácticas en toda la cadena de valor de la producción.

En ese contexto, la Asociación Internacional de la Alpaca-AIA, en alianza con Mohair South Africa
(Mohair), The Schneider Group/Wool Connect (Lana) y The Sustainable Fibre Alliance, SFA (Cashmere)
llevaron a cabo el pasado mes de setiembre en formato virtual la primera edición de Natural Fibre Connect
(NFC), una conferencia internacional destinada a generar consenso en las cuatro industrias, identificar
soluciones a desafíos comunes y resaltar la perspectiva de los productores; y que permitió conectar a
todos los actores involucrados, intercambiar conocimientos, puntos de vista y sumar esfuerzos para
alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Durante 3 días de sesiones en vivo y con la presencia remota de aproximadamente mil invitados a nivel
mundial entre ellos productores, procesadores, corredores, fabricantes, marcas, ONG y organizaciones
gubernamentales involucradas en las industrias de la alpaca, cashmere, mohair y lana; se realizaron más
de 40 charlas en línea, 5 paneles de discusión e incluyó una sala de exhibición virtual.

El objetivo principal del evento, según Juan Pepper, presidente de la Asociación Internacional de la Alpaca
(AIA), fue colaborar y defender a las fibras naturales en el sector textil: “Tenemos que proteger el futuro de
la demanda y oferta de las fibras naturales”, indicó, tras señalar que solo en el caso del Perú, la industria
de la alpaca, nuestro producto bandera, a lo largo de toda su cadena de valor involucra a más de 150,000
familias, que va desde la crianza, transformación, confecciones y artesanía textil.

El Perú posee una población estimada de 5 millones de alpacas, lo cual equivale a poco más del 70% de la
población mundial del camélido; siendo las regiones de Puno, Cusco, Arequipa y Huancavelica las que
concentran la mayor cantidad de ejemplares.

El panorama post pandemia Covid-19, los problemas macroeconómicos como la inflación mundial, y
estudios erróneos para evaluar la sostenibilidad de un producto realizados con fuentes secundarias y
metodologías inexactas han afectado fuertemente al sector textil de las fibras naturales.

Hace décadas, la calidad de la alpaca se medía por la finura de su fibra o por el porcentaje del contenido
de dicha fibra en la prenda; luego aparecieron otros criterios de calidad, como el factor de confort (que la
prenda no pique), algunas preferencias por los colores naturales, o que la prenda sea liviana, etc. Hoy en
día el nuevo consumidor es más consciente y exigente. En este proceso la sostenibilidad y la trazabilidad
del producto son también los grandes retos de la industria.

Algunos de los comentarios de los expertos señalan que una de las grandes interrogantes sigue siendo
que no haya una definición concreta de sostenibilidad. Lo que sí se debe fortalecer es lograr identificar más
indicadores y herramientas para medir el bienestar social y la sostenibilidad económica de un producto y
de la cadena de valor que lo genera.

La propuesta es que los productores puedan trabajar con la academia para definir indicadores que puedan
medir la sostenibilidad desde criterios más amplios que solo la dimensión ambiental. El trabajo en conjunto
permitirá que la visión no sea sesgada. Además, tener criterios de sostenibilidad unificados ayudaría a
combatir el greenwashing (lavado verde) erróneo en el que incurren muchas marcas, pues no basta con
tener etiquetas o declaraciones que una prenda es “natural, ecológica o sostenible”, cuando en realidad no
se puede demostrar la trazabilidad de los insumos que se utilizan.

El uso de la cadena de bloque Blockchain es un punto de apoyo a la trazabilidad para el sector; ahora
mismo la aplicación de la Web 3.0 puede llevar al consumidor a un viaje por toda la cadena de valor del
producto, generar interacción y experiencia sensorial; el uso del código QR en cada prenda con acceso al
Metaverso permitirá generar una nueva experiencia al consumidor preocupado por el planeta.

La propuesta de NFC es lograr un mundo con más fibras naturales para el 2030, donde prevalezca una
comunión entre los productores o criadores y la naturaleza. Estos conocen el momento adecuado de uso
de pastos, y la práctica del sistema extensivo de crianza de ganado resulta muchos más ética, pues los
animales crecen al aire libre en semi libertad.

El bienestar social es la primera etapa de la industria. Lograr que las fibras naturales sean reconocidas
como el motor de las economías rurales forma parte de la dimensión cultural de la sostenibilidad, en este
caso de quienes lo cuidan, los productores o criadores. El bienestar animal va de la mano con el bienestar
social, ambas en conjunto, asegura las buenas prácticas, que serán reconocido por los compradores y la
industria.

Por otro lado, los suelos cumplen su propio desempeño, por lo que se debe pasar del enfoque de
producción al enfoque de la regeneración, que es una de las luchas más importantes contra la
desertificación y una herramienta efectiva contra los fenómenos climáticos extremos. La agricultura
regenerativa mejora la salud del suelo y del ecosistema.

Para acelerar esta transición regenerativa necesitamos de apoyo de los gobiernos a estas políticas, a
través de regulaciones e incentivos. Enfocarnos en la salud de nuestros suelos como respuesta
internacional al cambio climático teniendo a las tierras y los suelos como parte de la solución.

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