Exterminio de cristianos en Nigeria
La amenaza fulani, más letal que Boko Haram
Nigeria atraviesa una crisis humanitaria que ha pasado desapercibida para gran parte de la comunidad internacional. Entre octubre de 2019 y septiembre de 2023, grupos radicales fulani, comúnmente referidos como “bandidos fulani” y “pastores fulani armados”, han sido responsables de un genocidio silencioso, causando más muertes entre los cristianos que los notorios grupos terroristas Boko Haram y el Estado Islámico Provincia de África Occidental (ISWAP) combinados.
Una violencia implacable
De acuerdo con un informe reciente del Observatorio de la Libertad Religiosa en África (ORFA), los fulani han exterminado a más de 23,987 personas en este período, superando significativamente las 3,079 muertes atribuidas a Boko Haram y el ISWAP. Estos ataques, centrados principalmente en el centro-norte de Nigeria, han convertido a los cristianos en el blanco principal. Las cifras revelan un patrón claro: del total de 30,880 civiles asesinados, 16,769 eran cristianos, en comparación con 6,235 musulmanes.
Los pastores fulani, muchos de ellos asociados con la Milicia Étnica Fulani (FEM), han adoptado tácticas brutales, incluyendo asesinatos masivos, secuestros y desplazamientos forzados. Los bandidos fulani, aunque inicialmente motivados por disputas por tierras, han mostrado un giro hacia el extremismo islámico, convirtiendo la violencia en una herramienta para imponer la sharia en zonas mayoritariamente cristianas.
Secuestros y desplazamientos
Desde 2021, los secuestros se han disparado, afectando principalmente a la población cristiana. Con un promedio de ocho ataques diarios, la inseguridad ha escalado a niveles alarmantes. En muchas ocasiones, los secuestros van acompañados de asesinatos, creando un clima de terror que ha obligado a miles de personas a abandonar sus hogares. Esta violencia ha devastado comunidades enteras, dejando a Nigeria entre los países más peligrosos para ser cristiano, según organizaciones como Puertas Abiertas.
Motivos religiosos y lucha por la tierra
Si bien los enfrentamientos entre fulani y cristianos en Nigeria suelen estar ligados a conflictos por el control de la tierra y recursos, el informe de ORFA sugiere que hay una motivación religiosa profunda. Líderes cristianos en la región han señalado que muchos grupos fulani han adoptado ideologías radicales, y su objetivo es imponer el Islam en regiones predominantemente cristianas. Esta escalada ha generado tensiones religiosas que amenazan con desestabilizar aún más el país.
La inacción del gobierno
La falta de respuesta efectiva por parte del gobierno nigeriano ha exacerbado la situación. A pesar de los múltiples informes que documentan las atrocidades cometidas por los fulani, las autoridades han sido incapaces de frenar la violencia. Este vacío de poder ha permitido que los ataques continúen con impunidad, creando una atmósfera de miedo e incertidumbre para los cristianos que viven en las áreas más afectadas.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación, pero la acción concreta sigue siendo limitada. Organizaciones humanitarias y defensoras de la libertad religiosa continúan presionando para que se tomen medidas, pero la realidad es que, sin un cambio sustancial en la política interna de Nigeria y una intervención más firme de la comunidad global, la situación parece destinada a empeorar.
Un llamado a la acción
Nigeria está sumida en una espiral de violencia, donde los cristianos, en particular, sufren las consecuencias de una guerra no declarada. La Milicia Étnica Fulani y otros grupos radicales continúan extendiendo su control, mientras el gobierno lucha por contener la creciente ola de ataques. Para poner fin a esta crisis, es imperativo que las autoridades nigerianas y la comunidad internacional reconozcan la gravedad de la situación y tomen medidas urgentes para proteger a los civiles inocentes.