¿Cómo detectar y tratar a tiempo el cáncer de tiroides?

Lima.- El cáncer de tiroides es el más frecuente de los tumores endocrinológicos. En Perú se diagnosticaron 2.656 nuevos casos de cáncer el 2020, y es el octavo cáncer más común entre las mujeres, según las cifras del último reporte del Observatorio Global del Cáncer (Globocan).
El Dr. David Cohn, jefe del Equipo de Cabeza y Cuello del Instituto Oncológico FALP, explica que existen distintos tipos de cáncer de tiroides, el más común es el papilar, que crece lentamente y puede diseminarse a los ganglios linfáticos, seguido por los foliculares. Y luego, un 5% a 10% de los casos son de tipo medular, de mayor porcentaje de mortalidad que los anteriores, con posibilidades de presentar metástasis a distancia y predisposición genética heredable.
Las estadísticas muestran que hoy, si bien se diagnostican muchos más pacientes, estos se encuentran en etapas iniciales, con tumores menores a 1 cm. “Al menos del 10% de los nódulos en la tiroides corresponden a cáncer, y tienen un muy buen pronóstico, con tasas de curación superiores al 95% cuando se encuentran localizados”, afirma el Dr. Cohn.
Precisamente en el marco del Día Internacional del Cáncer de Tiroides, que se conmemora cada 24 de septiembre, el especialista de Fundación Arturo López Pérez (FALP), señala que es frecuente que esta patología no presente síntomas en sus etapas iniciales, pero a medida que el tumor creciendo, podría arrojar señales como:
1.Bulto en el cuello.
2.Dificultad o dolor al tragar.
3.Ronquera o cambios en la voz.
4.Dificultad para respirar.
5.Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.
La ecografía de tiroides es el elemento primordial para el diagnóstico de la patología. Éste se corrobora también con un estudio citológico, que consiste en una punción con aguja para obtener una muestra, ya sea de los nódulos y/o de los ganglios linfáticos si se consideran sospechosos
Respecto al tratamiento de este tipo de cáncer, este depende del avance, extensión y variedad del cáncer.
Vigilancia activa: existe un grupo de nódulos menores de 10 mm que, aún teniendo una biopsia sospechosa, podrían ser sólo observados si reúnen ciertas características ecográficas que indiquen bajo riesgo de invasión. Si durante un seguimiento estricto hay alguna señal de que esas condiciones están cambiando, entonces se realiza una cirugía.
Cirugía: puede consistir en una lobectomía, tiroidectomía total o tiroidectomía con disección ganglionar.
Radioyodo: se utiliza en algunos casos de cáncer de tiroides con riesgo de recurrencia o con evidencias de enfermedad residual.
En esa línea, el procedimiento desde que un paciente en Perú opta por atenderse en FALP, es más accesible. Se contacta a la Representante en Perú, luego se llena un formulario y se acopian los documentos sustento de los diagnósticos y tratamientos realizados para que luego se derive el caso a la Unidad Internacional en Chile. Ahí, el médico de la Unidad Internacional evalúa y emite un informe, con posibilidad de una consulta virtual con un especialista.