Tras levantar un bloqueo nacional en mayo, el gobierno israelí informó recientemente que impondrá restricciones nuevamente debido a un aumento considerable en los casos de infecciones.
El «Gabinete de Coronavirus», un pequeño grupo conformado por ministros del gobierno, decidió cerrar unas 30 ciudades del país y varios vecindarios «rojos» por los altos indices de contagios.
Las restricciones entrarán en vigencia este próximo lunes, aunque se darán a conocer por las autoridades el domingo.
Nazareth, Tiberias, Bnei Brak, Maale Iron, Ein Mahil, Assafiya, Arara, Fureidis y Qalansawe, son algunas de las ciudades que se consideran «rojas».
Varias de las ciudades donde las tasas de infección son altas tienen dentro de sí comunidades «ultraortodoxas»; donde todavía se llevan a cabo celebraciones con grandes números de personas.
Según Ynet News, varios ministros del gobierno ultraortodoxo se han opuesto a los cierres ordenados por las autoridades.
Algunas de las restricciones para estas zonas «rojas» incluyen prohibir la entrada y salida de estas áreas, cerrar todos los negocios no esenciales y todas las escuelas excepto las guarderías y las instalaciones de educación especial, detener el transporte público y prohibir a los residentes aventurarse a más de 500 metros (1,640 pies) lejos de sus hogares.
El profesor Ronni Gamzu, principal funcionario de Coronavirus de Israel, le dijo al público israelí que se tomara en serio las advertencias del gobierno.
«Este es un mensaje para todo Israel: ¡No hay bodas! ¡Nada de reuniones masivas! ¡No se descartan las pautas en ningún restaurante ni en ningún lugar!», dijo angustiado.
«Lamento estar emocionado. Este es un momento crucial… Todo Israel está en guerra. El número de enfermedades que suben de 2.000 a 3.000 en un día debería preocuparnos a todos».
«Cualquiera que no se ponga una máscara y haga caso omiso de las instrucciones está escupiendo en la cara a los médicos y enfermeras que trabajan las 24 horas del día en las salas de coronavirus», añadió en profesor.
Esta decisión de imponer nuevas restricciones se produce un día después de que el Ministerio de Salud de Israel informara un nuevo récord de más de 3.000 casos diarios.
De momento, más de 125.000 personas se han infectado con el virus.
Unas 99.000 personas se han recuperado y más de 985 han muerto; lo que muestra que la tasa de mortalidad en esta nación no es tan alta.
Fuente: bibliatodo.com